La mecha la encendió recientemente Fernando Verdasco con su grosera rabieta con un chico recogepelotas la semana pasada por no darle la toalla en el tiempo que el requería, un debate que ha avivado la bielorrusa Aryna Sabalenka con otro feo y condenable gesto hacia los chicos recogepelotas.
Sabalenka tuvo un terrible proceder al levantar la mano mientras sostenía una botella que debía ser desechada, una jugadora que trataba de llamar a estos jóvenes para que la depositaran en la basura.
Al no ser atendida, Sabalenka decidió tirar la botella al piso en un encuentro perteneciente al WTA de Beijing.
No es la primera, Verdasco tampoco, que tienen groseras actitudes con estos chicos que trabajan arduamente para tener siempre dispuestas las pelotas, pero que no son sirvientes de los jugadores, trabajadores que merecen respeto de tenistas catalogados como profesionales, pero que carecen de valores cuando deben ser promotores del buen comportamiento en el llamado deporte de caballeros.
Las autoridades del deporte blanco tienen un argumento más para evaluar la labor de los recogepelotas y decidir sancionar a los jugadores que maltraten los chicos, o será momento de liberar a los recogepelotas de estas funciones para que sean los mismos tenistas quienes busquen sus toallas y boten sus desperdicios
¿Qué opinión le merecen los actos de Verdasco y Sabalenka? ¿Qué se debería hacer con estos jugadores?
Oh no Sabalenka..
pic.twitter.com/nuAVNapJWt — LorenaPopa?️♀️ ??? (@popalorena) 4 de octubre de 2018
