Margaret Court seguirá siendo, al menos durante los próximos cuatro meses, la jugadora que más Grand Slams ha ganado en la historia del tenis. Serena Williams perseguía su 24º título para empatar con la legendaria y polémica australiana, pero no ya no podrá conseguirlo en Melbourne, donde sumó siete de los 23 que tiene. Karolina Pliskova la ha parado de una manera increíble.
La checa tenía el partido prácticamente perdido con 5-1 en el tercer set a favor de la estadounidense, que había remontado después de ceder el primer set.Serena se torció el tobillo izquierdo en un desplazamiento lateral y aunque en principio no parecía grave, el incidente la descentró completamente. Poco a poco, Pliskova le dio la vuelta al marcador aprovechando dobles faltas y fallos extraños de su rival que la permitieron atacar e irse con valentía a por un imposible.
The moment you realise you've beaten a 7-time #AOChampion & reached your first #AusOpen SF.
? @KaPliskova pic.twitter.com/d9j8hWGee8
— #AusOpen (@AustralianOpen) January 23, 2019
Lo consiguió y con su victoria por 6-4, 4-6 y 7-5 en 2h:10 jugará por primera vez las semifinales del Abierto de Australia, las terceras en Grand Slams tras las del US Open 2016 (fue finalista) y Roland Garros 2017. Lo hará contra Naomi Osaka y con un doble objetivo, jugar otra final de un major y luchar por volver a ser número uno, aunque para hacerlo necesitaría levantar el título. «Estaba ya casi en el vestuario y ahora estoy aquí de pie hablando contigo», le dijo Karolina a su entrevistadora al pie de pista en la Rod Laver Arena.
La discípula de Conchita Martínez tuvo de nuevo paciencia, como había hecho ante Garbiñe Muguruza, soportó el aluvión de golpes ganadores de Serena (54, con 12 saques directos) y cometió solo 15 errores no forzados. En los vaivenes del duelo, mantuvo mejor la concentración y la fe. Ya había ganado Williams en un grande, en las semifinales del US Open de 2016, y ha vuelto a hacerlo en Australia. Serena falla por cuarta vez en su intento de capturar ese 24º título que se le resiste mientras Margaret Court lo ve desde el sofá de su casa.
